quinta-feira, 24 de novembro de 2016

Una partícula sin Dios

Cern, Ginebra, Suiza
El mundo científico quedó agitado tres años atrás. El Centro Europeo de Pesquisas Nucleares (CERN) anunció, en Ginebra, Suiza, el descubrimiento de una partícula totalmente nueva identificada como “Boson de Higgs”, entidad subatómica cuya búsqueda duraba casi 50 años, y que también fue conocida como “partícula de Dios”. Esta nueva partícula presentó en un primer análisis, características de masa y comportamiento previstas para un boson de Higgs por el llamado Modelo-Padrón, una “tabla periódica” de la física de las partículas.

Un material sobre el boson, publicado en un sitio brasileño de divulgación científica, termina así: “Estamos felices de que los científicos que descubrieron una parte misteriosa de la naturaleza sin la cual nada de lo que conocemos hoy existiría, ni siquiera nosotros mismos. El sitio agradece a los científicos y a la partícula, nada más. Por eso, lo adecuado sería llamarla, desde el punto de vista de estas personas, la “Partícula Sin Dios”.

La importancia del boson de Higgs, según los físicos, está en su capacidad de conferir masa a las demás partículas. Es más o menos como una persona que nada en una piscina y sale de ella mojada. Las partículas, al atravesar el “mar de boson de Higgs” salen de ella con masa. Como sucede eso? Tendría que preguntárselo a un físico. De cualquier forma, a despecho de las interpretaciones filosóficas, las pesquisas realizadas en el LHC (Grande Colisor de Hadrones), han sido muy importantes para entender el mundo de las partículas subatómicas.

Un artículo de prensa sobre el descubrimiento procuró agitar un poco los ánimos. Dice el texto: “El próximo paso será determinar la naturaleza exacta de la partícula y su significado para nuestro entendimiento del universo. (…) Toda la materia que podemos ver parece no ser más del 4% del total. Una versión más exótica de la partícula de Higgs puede ser un puente para entender el 96% del Universo que permanece oscuro”.
Podemos ver apenas el 4 % de la materia del Universo. 96 % de él permanece oscuro para los científicos. Eso nos da una idea de cuan poco conocemos sobre el universo y la realidad que nos rodea, y debería inspirar mucha humildad en los científicos.
El descubrimiento del boson tiene 4,9 sigmas de significado. Esos “sigmas” miden la probabilidad de los resultados obtenidos. Un valor de 4,9 sigmas representa una posibilidad menor que una en un millón de que los resultados sean mera coincidencia. Por eso, los científicos consideran ese número como una confirmación del descubrimiento.

Curiosamente, las posibilidades de que el Universo (con sus leyes y constantes finamente ajustadas) haya surgido por si acaso, y que la vida haya “aparecido” de materia inorgánica son todavía menores a una en un millón. Pero los científicos evolucionistas encaran esa improbabilidad como un hecho!!
Acaso?

Resumen: es muy improbable que el universo haya surgido de la casualidad y conocemos muy poco de ese universo (4%). Luego, no deberíamos excluir la posibilidad de un Diseño Inteligente en la creación del Cosmos. Si los números y las evidencias factuales no nos hablan contrariamente a esa conclusión, el naturalismo se trata únicamente de una filosofía adoptada por cualquier otro motivo no relacionada con la ciencia experimental.

Entender las partículas, y todo lo que las rodea, es una aventura del conocimiento, y es algo que siempre debe ser estimulado y promovido. Pero, porqué negar, en base a la voluntad y opiniones, la existencia del Creador de las partículas y del universo?

Hace dos semanas, tuve la oportunidad de visitar el CERN. Guiados por un físico que trabaja allí, pude observar las instalaciones, el centro de controles y asistir a videos explicativos. Además de eso, pude hacer algunas preguntas y constatar que el equipamiento es tremendo! Cerca de 10.000 científicos de 100 países están involucrados en investigaciones relacionadas con el LHC. Cada colisión de partículas hecha allí genera datos que ocupan los procesadores de computadores por muchos y muchos meses. Los descubrimientos han beneficiado al área médica, por ejemplo, y, principalmente, ampliado una comprensión de los físicos en relación con la constitución de la materia y de la energía.

Emprendimientos como el LHC revelan la gran curiosidad con la que el Creador dotó al ser humano. No nos contentamos con las simples realidades de todas las mañanas, trabajar, estudiar, pagar cuentas, divertirnos, reproducirnos, y después de unos pocos años, morir. Queremos saber. Queremos sondear el universo que nos rodea. El aquí y el ahora no nos satisface. ¿Sabe por qué? Porque fuimos creados con un anhelo por la eternidad (Eclesiastés 3:14). De ese modo, religiosos y científicos buscan la misma cosa, sólo que unos y otros no siempre se dan cuenta de eso, y a veces, siguen por caminos diferentes.

En el inicio y en el fin de todas las cosas está el Creador de las partículas, esperando que Sus hijos lleguen a la conclusión de que fue El quien los trajo a la existencia y quiere vivir para siempre con ellos.

(Michelson Borges, traducido por Ariel Sandoval Romero)

sábado, 13 de agosto de 2016

Los expertos aclaran mayor fraude científico de la historia

H. Piltdown: la farsa
Piltdown es un pequeño poblado inglés, 200 kilómetros al sur de Londres, donde se escenificó lo que para muchos es el peor fraude científico de la historia. En el lugar, en 1912 el abogado y arqueólogo aficionado Charles Dawson aseguró haber encontrado el eslabón perdido, el fósil que probaba la evolución humana a partir de los simios y demostraba que Charles Darwin tenía razón. El cráneo llenó de fama a Dawson -la nueva especie fue bautizada Eoanthropus dawsonii en su honor- lo promovió de su sitial de “aficionado” pero también llenó de dudas a la comunidad científica. Su relato no coincidía con la evidencia recogida hasta entonces, que ya apuntaba al origen del hombre en Africa, y no en el sur de las islas británicas. Pero Dawson sorteó el escepticismo y hasta su muerte, en 1916, su biografía resaltaba ser el hombre que encontró el eslabón perdido.

Sin embargo, en los años posteriores, su relato y su reputación terminaron por desmoronarse. En 1953 se determinó que el cráneo y el hallazgo eran un fraude. El cráneo resultó ser un homo sapiens de origen medieval (y no de un millón de años, como esgrimió Dawson) y la mandíbula y otras pieazas dentales, pertenecían a un orangután.

Develado el engaño, lo que nunca quedó claro quién orquestó el fraude, si Dawson o alguno de los colaboradores con los que trabajó. Eso hasta ayer, pues un grupo de 11 instituciones científicas internacionales, y después de ocho años de investigación, confirmaron que los huesos provienen de dos o tres humanos y un orangután y que los fósiles falsificados fueron hechos por un solo hombre: Charles Dawson.

“Hemos demostrado en este trabajo sólo hay un orangután, y un sólo falsificador”, dijo Isabelle de Groote, experta de la U. John Moores, de Liverpool  quien dirigió el estudio.

Según la investigación, en la que participó un equipo multidisciplinario de paleobiólogos, historiadores y expertos dentales de ADN antiguo, Dawson usó siempre el mismo orangután. Tras el primer hallazgo en 1912, el abogado siguió excavando la zona, donde aseguró, dos años después de su primer descubrimiento, haber encontrado nuevas piezas dentales de las especie. Pero la investigación, usando técnicas de ADN, confirmó que las piezas dentales encontradas más tarde, eran del mismo orangután.

Además, concluyó la investigación, la forma de trabajo con la arcilla usada para pegar la mandíbula del cráneo y luego las piezas dentales, fue manipulada por una sola persona, usando la misma técnica.


Lee también: As grandes fraudes da ciência (português)

Descendientes: una generación preparada para el mal

quarta-feira, 3 de agosto de 2016

Decreto dominical en Argentina y súper ecumenismo en USA

Sólo un "ensayo"
Circulan en internet algunos comentarios sobre un “decreto dominical” en Argentina. Hecho que nos lleva a creer que, en un futuro cercano, la profecía relacionada con este evento se cumplirá, sin embargo, es necesario evitar ciertas exageraciones y distorsiones debidas, posiblemente, a la falta de compresión de lo que la profecía realmente anuncia. Primero, el decreto dominical será una ley promulgada en Estados Unidos, con el consentimiento y apoyo del Vaticano (si tienes dudas sobre esto, espera y verás). Antes que esto ocurra, habrá una amplia divulgación del asunto en los medios seculares, ya que una ley de esta magnitud no será aprobaba sin discusiones previas (y cuando eso ocurra, recuerda lo que he dicho y toma la decisión correcta). Segundo, los que insistan en guardar otro día de reposo, que no sea el domingo, ciertamente serán el blanco del interés de los periódicos. Esto les dará una buena oportunidad para testificar de su fe y sus prácticas – que son creacionistas y adoradores del Dios creador de los cielos y la Tierra, del mar y de todo lo que en ellos hay (Apocalipsis 14:6, 7). Tercero, leyes dominicales locales, en ciudades, estados, o incluso países; pueden ser vistas como un ensayo previo de lo que vendrá, una especie de prueba y de condicionamiento de la opinión pública. Eso ya ocurrió en el parlamento europeo, que apoya el movimiento European Sunday Alliance, e incluso en ciudades brasileiras, en las cuales los comerciantes no abren los domingos (vea aquí). Lo que está ocurriendo en Argentina es exactamente eso. Es una cuestión que envuelve a algunas provincias y no al país. Pero incluso si fuera una ley federal, no se trataría del decreto dominical, aun cuando fuera una pieza importante en el panorama profético.

Necesitamos prestar atención a lo que está ocurriendo en nuestro planeta – con un ojo en la Biblia y el otro en las señales -, pero es necesario también, evitar alarmismos que sólo crean sensacionalismo y que, al final de cuentas, cuando todo pasa, dejan un rastro de frustración. Recordemos siempre que, más importante que las señales en sí mismas es la personas para la cual éstas apuntan: Jesucristo. Debemos amar su venida, pero sin descuidar nuestra comunión con él ahora, ni la misión de hablar del amor y la salvación que nos ofrece. ¿Él pronto volverá? Sí, yo creo en eso. Pero mi vida puede acabar antes de que ocurra este evento, pues es frágil e incierta. Eso es un aviso de que nuestra preparación tiene que ser diaria; nuestra relación con Dios tiene que ser constante, y no depender de los acontecimientos o las circunstancias.

Pero hablemos de algo factual y significativo, incluso grabé un video sobre esto (vea al final): el mega encuentro ecuménico “Together”, realizado en Estados Unidos el último día 16, por evangélicos, con el apoyo del Papa Francisco. Con los recientes atentados terroristas que, una vez más, sacudieron al mundo, el clamor por la paz y la unión crece. Todos quieren vivir en un mundo en paz, pero se olvidan que la paz real sólo será un hecho cuando Jesús venga a buscar a su pueblo y cuando Dios reconstruya este planeta a semejanza del Edén perdido. Debemos orar por la paz, sí, pero sin olvidar que este mundo empeorará mucho antes de mejorar definitivamente. La unión ecuménica desprecia las verdades bíblicas. Se trata de un Together en torno de algunos pocos puntos en común. Y aquellos que insistan en continuar siendo fieles a la palabra de Dios, serán finalmente culpados por traer desgracia al mundo. Los fundamentalismos serán rebajados y colocados en el mismo saco llamado miedo e intolerancia.  En este momento, veremos que será nuevamente usado el argumento que se usó con Jesús: “Es mejor que uno perezca a que perezca toda una nación.”

(Michelson Borges; traducción: Marcela Calderon)

Es falso el evangelio de la esposa de Jesus

¿Por qué las mujeres tienen orgasmos?

Un misterio para la evolución
Mientras para nosotros los hombres la función está clara – trasferir el esperma -, el objetivo biológico del clímax femenino, que no es necesario para concebir, ha intrigado a científicos y filósofos por más de dos mil años. Esta semana, investigadores llegaron a una nueva teoría [mejor dicho; hipótesis]: un ancestro necesitaba esa fuerte descarga hormonal para inducir la ovulación, liberando así los óvulos para la fertilización. “El orgasmo femenino parece ser un reflejo tardío y feliz de nuestro antepasado evolutivo”, dice un comunicado de la Universidad de Yale, que participó del estudio publicado esta semana en la revista Journal of Experimental Zoology. “El orgasmo femenino humano es un vestigio evolutivo de la ovulación inducida”, dijo la AFP Gunter Wagner, coautor del estudio y biólogo de Yale. El equipo utilizó investigaciones publicadas para crear un modelo evolutivo de la ovulación en animales. 

En muchos mamíferos, la liberación de las hormonas prolactina y oxitocina se relaciona a la ovulación, mientras que en los seres humanos ésta acompaña el orgasmo femenino, relevaron los investigadores. “Interpretamos que, esta evidencia sugiere que las alteraciones fisiológicas provocadas por el orgasmo humano femenino son homologas a aquellas que causan la ovulación en otras especies”, concluyeron. 

Si otros animales tienen orgasmos o no, continúa siendo, en gran parte, un misterio, si bien se sabe que los machos inducen la ovulación en algunas especies de mamíferos, incluyendo conejos y gatos. El modelo mostró que, en un ancestro común de los mamíferos, que vivió hace cerca de 60 millones de años, las hembras necesitaban de la estimulación masculina para inducir la ovulación. Esta característica fue más tarde sustituida en algunas especies por una ovulación cíclica o espontanea, como ocurre con los seres humanos hoy. 

Eso probablemente ocurrió en la época de la ascensión de los primates – el grupo de animales al que pertenecen los seres humanos [sic]. “El orgasmo femenino no evolucionó en el linaje humano, pero puede haber adquirido papeles adicionales”, una vez que dejó de ser necesario para la ovulación, como el fortalecimiento del vínculo entre la pareja, según el estudio. 

Conforme la ovulación se fue tornando espontanea, la configuración de los órganos genitales femeninos también cambió, añade. El clítoris “se reacomodó a partir de su posición ancestral dentro del canal copulador”, donde permanece hoy en muchos animales, pero no en los seres humanos o monos. “Eso puede ayudar a explicar por qué muchas mujeres no tienen orgasmos durante la relación sexual, pero son capaces de alcanzar un orgasmo a través de la masturbación o con la estimulación del clítoris en la relación sexual, destaca el estudio. 

(Fuente: Yahoo noticias; traducción: Marcela Calderon)

Nota: Ya hablé antes sobre el origen del orgasmo femenino (vea aquí y aquí), pero, como los medios tocaron nuevamente en este asunto, aquí vamos otra vez: 

1. El texto arriba dice que “un ancestro antiguo necesitaba de esta fuerte descarga hormonal para inducir la ovulación, liberando así los óvulos para la fertilización”. Ahora, pregunto: ¿Qué habría surgido primero? ¿las hormonas, los inductores de las hormonas, los óvulos, el sistema reproductor femenino, o las neuronas especializadas en esta función…? ¿Puedes notar que estamos frente a un sistema de una complejidad irreductible, en el cual si falta un elemento no funciona como un todo, y que, si no funcionase bien la primera vez, no estaríamos aquí hablando sobre esto? Los evolucionistas tratan el asunto como si fuera algo fácil de ocurrir. Los elementos del sistema estaban todos allí, sólo era necesario conectarlos. Sin embargo, no consiguen, siquiera, dar una respuesta satisfactoria para el origen de los sexos, su interdependencia funcional y su perfecta adecuación. Como podrían entonces explicar el origen de sensaciones complejas como un orgasmo, que no es necesariamente imprescindible para la reproducción o para la supuesta evolución de las especies.  

2. El articulo arriba dice también que “el modelo mostró que, en un ancestro común de los mamíferos, que vivió hace cerca de 60 millones de años, las hembras necesitaban de la estimulación masculina para inducir la ovulación”. Muchos comportamientos de los seres vivos hoy, son un misterio para los científicos – incluso el mismo orgasmo lo es -, pero ellos quieren que creamos que saben “todo” sobre los supuestos ancestros, que habrían vivido hace supuestos millones de años ¡de los cuales sobraron (si sobraron…) sólo fósiles! Otro punto complicado es que, un género tenga que depender de otro género para que pueda ocurrir la reproducción. ¿Quién aprendió primero? Y hasta que aprendió ¿cómo aquella especie subsistió? Otra cosa: la hipótesis del ancestro común es todavía muy controvertida, nótese que, el caso arriba citado, se basa únicamente en un “modelo”. La lógica es más o menos la siguiente: (a) en algunas especies, la ovulación depende de la estimulación del macho; (b) los seres humanos tendrían un ancestro común con algunas especies que se supone tendrían este comportamiento sexual; (c) finalmente, los seres humanos heredan el orgasmo como un vestigio placentero del supuesto comportamiento de estos supuestos ancestros. ¿Qué tal la explicación? 

3. El texto arriba dice más: “El clítoris se reubicó a partir de su posición ancestral dentro del canal copulador”, donde permanece hoy en muchos animales, pero no en los seres humanos o monos. Más lógica evolucionista: (a) el clítoris está dentro del canal copulador en algunos animales; (b) compartimos ancestros con algunos de esos animales; (c) finalmente, el clítoris en la especie humana habría “migrado” del interior para el exterior del órgano sexual. Sólo podemos llegar a esta conclusión si adoptamos la hipótesis de que los seres humanos, cuyas hembras tienen el clítoris externo, habrían evolucionado de animales cuyas hembras tienen clítoris interno. Todo el razonamiento parte de una premisa no demostrable ni verificable. Así de frágil. 

Note que todo se basa en premisas y construcciones filosóficas que alimentan modelos, no en descubrimientos científicos. Primero, porque los supuestos ancestros comunes son hipotéticos; segundo, porque aun si existieran, lo único que tendríamos de ellos serían fósiles para ser analizados, y los fósiles difícilmente contienen partes blandas, como el clítoris, para ser estudiadas. Por lo menos, en el texto arriba se usan palabras como “interpretación” y “puede”, dando una vislumbre de que las conclusiones no son tan confiables. Al final de cuentas, el origen del orgasmo femenino (así como la gestación, por ejemplo) continúa siendo un misterio a la luz de la teoría de la evolución, pero no para el creacionismo, que entiende el sexo como un regalo dado por el Creador con el fin de promover la perpetuación de la especie, unir a la pareja y darle placer en esta relación bendecida. Así de simple. [Michelson Borges]